Los agentes vigilaban desde hacía tiempo este piso sospechoso de estar siendo utilizado para la organización de partidas ilegales de póquer. En el momento de la intervención, en el interior del inmueble se encontraban siete personas jugando dos partidas de cartas.
Los efectivos de la Unidad adscrita se incautaron de dinero en metálico, fichas valoradas en 3.925 euros y tres mesas de póquer e identificaron al organizador de la misma y al titular del establecimiento público.
El local estaba dotado de medidas de seguridad, tales como una puerta de hierro y control en la entrada por el responsable del mismo, lo que dificultaba el acceso al interior.